jueves, 4 de abril de 2013

Yazzhu el señor de las espinas


"Yazzhu derivado de Yesuhua Ha'Mashiach, una antigua deidad de la mitología, Cristiana"


Prologo:  Cuando la gloria te abandona

Corría el trigésimo segundo día de la cuaresma. Jesús como cada año, meditaba en el desierto.
El silencio, repentinamente fue interrumpido, por el aleteo de una mosca; dos, tres, cuatro... y cada vez más.
abrió los ojos y alzo la mirada contemplando la nube de moscas que se formó a ocho  metros sobre su cabeza. Al tiempo que un hombre vestido de traje y gabardina negros se sentó a su lado.

-Hola, Yisus- dijo con voz burlona.
-¿por qué les gusta tanto interrumpir?- ambos quedaron en silencio por algunos minutos
-¿que modales son esos? al menos deberías ofrecerme algo de beber- Le reprocho el señor de las moscas
-Es tiempo de ayuno.- respondió, parecía que el silencio volvería a reinar, cuando Jesús agregó- ¿que es lo que quieres, demonio?
-Ofrecerte trabajo.... después de todo pronto seras despedido- finalizó con una leve risa, intentando amenizar el momento.
-¿Acaso ustedes no aprenden?, yo nunca traicionare a mi padre- 
-Claro que aprendemos, es por eso que estoy aquí. sabes lo que pasa mientras tu sigues aquí. Ya ha pasado mucho desde los tiempo en los que el mundo te seguía. Has perdido muchos templos 
-os templos son solo piedra y grava- contesto con voz calmada
-....y creyentes. 
-Los hombres suelen dudar; pero, mientras aun queden hombres de buena voluntad, la fe regresara a ellos.
-Pero no a ti. Cuando él considere que ya no le eres de utilidad, creará una nueva divinidad y tu serás arrastrado a la oscuridad.
-Vete demonio y no vuelvas a molestar mi tiempo de meditación- se podía distinguir el enojo en su voz.

El hombre de negro se levanto, camino hasta quedar de frente a Jesús y comenzó a transformarse, de sus hombro  derecho surgió la cabeza de un gato; del izquierdo, la de un sapo; su cuerpo colapso en el lomo de una araña del cual salieron seis gigantescas patas peludas. Su nariz, así como sus orejas se vivieron largas y puntiagudas  y sus cabellos se tornaron en una corona dorada.
-¿Sabes que es lo que estas mirando?
-Esa es tu verdadera forma.
-¡Error!- vocifero- es mi forma actual pero no la verdadera, como tu fui una deidad, pero conforme me fueron olvidando, la gracia me abandono. Veras la divinidad es un gran don, pero cobra un precio alto cuando te abandona.
-Esa imagen es tu castigo, por desobedecer a mi padre.
-No, este es mi castigo por jamas dudar de él. Es el ciclo de la vida divina, nuestro destino es volvernos demonios Y tu hora pronto llegara.
-Demonio vete de una vez, regresa a los infiernos, no intentes tentarme. Yo confió en mi padre y tus mentiras no cambiaran eso.

Una a una las mosca fueron cayendo muertas, la brisa del desierto sopló en ese momento; no levanto ni un solo grano de arena, pero evito que cualquiera de los moscas muertas tocara a Jesús.
El señor de las moscas, regreso a su apariencia humana y dijo:
-El siempre actúa en patrones de siete, me han informado que su nuevo juguete ya esta listo, así que es el tiempo que tienes, siete días, para decidir creerme o no.
Dicho esto, dio media vuelta y desapareció, entre las arenas del desierto.