miércoles, 31 de julio de 2013

Pesadilla de verano

El 8 de Junio de 2013, como ya era costumbre, tenía dificultad para conseguir dormir. Tomé el celular y escribí la siguiente publicación en facebook:

"¿imprudente?, imprudente sería quedarme callado. Me juzgas basada en la idea de que soy como tu; no lo soy. Los pensamientos surgen como parásitos dentro de mi cabeza, se alimentan de todo lo que soy y luego se alojan en mi pecho.
Acto seguido, volví a acostarme y trate de dormir.

Mi reacción fue simple, cerrar con fuerza los ojos; no me interesaba huir, mucho menos luchar. Pero, por ningún motivo quería ver lo que estaba a punto de pasar. En realidad hay otra razón, esperaba que al cerrar los ojos el sueño acabara.
Mientras tanto en el mundo real, mi gata decidió saltar de la ventana y caer sobre mi estomago. Desperté agitado, templando y cubierto de sudor. Eran las cuatro de la mañana, la gata era, aparte de mi, la única criatura en la habitación.
Desde entonces soy más cuidadoso con mis publicaciones, sobretodo cuando es de noche; porque literalmente tendré que hacerles frente, a todos los demonios que salga de mis dedos.

¿Alguna vez has sentido pánico?, pánico, de pensar que hay algo dentro de ti, devorándote; como una flama devora a una vela. ¿Alguna vez has pensado en hacerte una incisión en el pecho?; sacar con tus propias manos a esas criaturas oscuras que habitan en ti.

Déjame gritar entonces. Esa es la única manera que conozco, de acallar a los demonios que me susurran al oído."

Mi cama está pegada a la pared; duermo con los pies hacia la pared. En el sueño al abrir los ojos, detrás de mi cama, hay una persona alta, de tal vez 1.90 de altura, se encuentra inclinado de manera que su rostro queda un metro encima del mío. Es pálido y no tiene pelo; me mira fijamente y sonríe, literalmente de oreja a oreja.

Comienza a sacudir sus brazos, enigmáticamente, frente a mi; lleva puesta una túnica negra, de mangas largas que le cubren las manos; pese al color, se distingue perfectamente su movimiento en la oscuridad.

Ahí comenzó la parte fea, una pesadilla táctil. Todas las imágenes desaparecieron, sólo existía el ritmo de mi corazón, golpeando fuerte y deprisa; como pequeños golpes desde el interior del pecho. Por un breve instante pensé que eso era la señal de que mi cuerpo se reponía de la pesadilla. Fue entonces cuando sentí dos delgadas manos ejerciendo presión sobre mis brazos. Estallo el pánico, mi corazón aceleró hasta el punto en que dolía; mi cabeza repetía constantemente cosas como "es real", "sigue ahí", "no queda nada por hacer". La presión fue en aumento, supuse que se estaba acercando; probablemente intentaría morderme. pero no lo hizo retiró sus manos, continué inerte, pensando ¿cuanto tiempo debo esperar para considerarme "a salvo"?. Entonces me tomo de los tobillos, era su manera de decir "No iré a ningún lado".

Regreso a la posición original, sujetando mis brazos, libero su mano derecha y me rozó la cara con ella. Lo mordí, no para defenderme; sino porque estaba molesto. Puedo aceptar que me asesinen, pero, no que jueguen conmigo. de haber hecho su trabajo rápido habría salido ileso.

Mientras tanto en el mundo real, mi gata decidió saltar de la ventana y caer sobre mi estomago. Desperté agitado, templando y cubierto de sudor. Eran las cuatro de la mañana, la gata era, aparte de mi, la única criatura en la habitación.
Desde entonces soy más cuidadoso con mis publicaciones, sobretodo cuando es de noche; porque literalmente tendré que hacerles frente, a todos los demonios que salga de mis dedos.