lunes, 13 de diciembre de 2021

De cese y desista (Borrador de 2018)

Los sucesos de esta obra es ficción. cualquier parecido con personas vivas o murtas; o con hechos reales es mera coincidencia...

escribiendo de ti me ha llegado, un aviso de cese y desista
que hay un infracción a los derechos de autor de la estrofa cuatro a la veinticinco.

siempre he dejado claro, con letras muy pequeñas debajo del titulo, la leyenda
basado en hechos reales, lo suficientemente alterado para evitar regalías

Que era otoño, en lugar de martes, y reduzco mis tartamudeos y divagaciones
en una frase certera, que nunca dije, una repuesta que de ocurrencia llego cuando ya te habías ido


Mitad tú y mitad yo, dice mi sangre fluyendo, difamación dicen mis ojos bajo la lupa del recuerdo
que solo leo yo's y si acaso pedazos de tú. Será que ya ni recuerdo encontrarte.
O será, que desde entonces o te ví solo creí que lo hacia.


miércoles, 20 de septiembre de 2017

La noche de las seis lunas

En las tierras bajas, le conocían como el país de las seis coronas; dividido en seis reinos, regidos por las mismas tradiciones y pactos.

La noche de las seis lunas, se festejaba durante el equinoccio de verano, donde el segundo descendiente de cada reino se casaría con el primogénito; del siguiente, pasando a ser rey y reina, mientras los antiguos gobernantes se convertirían en los cónsules; Uniendo a todo el país en una gran familia, al menos, esa era la intenciones al crear la ceremonia. Ciertamente había inconformes, pero casi ninguno dispuesto a afrontar el caos, consecuente de atentar con tal tradición...casi. Escondido en un sombrío rincón del bosque, se encontraba la morada de un viejo brujo; no ambicionaba joyas ni títulos, él tenía ambiciones de mago, poderes que un no iniciado no puede comprender y que solo una entidad de gran poder puede otorgar, si se paga el precio suficiente.

La primer escala fue, el taller del artesano maestro, encargado de elaborar los doce anillos para la noche de las seis lunas. Una premisa en apariencia simple, pero, en realidad, significaba el trabajo de una vida, elaborados con una delicada amalgama de metales preciosos, extraídos de las mejores minas y sometidos a un arduo proceso de purificación. Una ardua labor, que si alguien más hubiera sido capaz de apreciar, pudo haberse evitado la desgracia; pero los ojos ambiciosos solo ven el brillo.
Dos días después llegaron los 6 heraldos, cada uno para llevar un par de anillos a su respectivo reino donde los primogénitos os resguardarían hasta la ceremonia. Los heraldos eran valientes, leales y honorables, mas incapaces de distinguir un brujo de un artesano; más aún los bendecidos anillos ceremoniales, de aquellos forjados por el mismo demonio. miraba con regocijo, el mago el acto de su maldad alejarse, creyendo su plan infalible, lástima que nunca consideró la incompetencia del primer príncipe.

Entre los reinos eran ampliamente conocidas, y difundidas, las virtudes de cada Heredero de las familias reales; sus vicios por otro lado, solo eran información que solo la élite de los barrios bajos, podía jactarse de saber. La vida y perdición del primer príncipe eran las apuestas, llegando a perder en una jugada, más de lo que diez campesinos verían en setenta vidas. Una noche, en que el azar no estaba a su favor, terminó perdiendo todo lo que llevaba encima, incluyendo cierto par de anillos. Fue tal su horror, al tomar conciencia de lo cometido unas horas después, que su propia embriaguez abandono su cuerpo. Desesperado acudió al herrero real, lloró y suplicó su ayuda; aunque su primer instinto fue una rotunda negativa, pues consideraba que el príncipe necesitaba, por una vez en su vida, afrontar las consecuencias de su propia idiotez;  Pero, sabía también que, el fracaso de la noche de las 6 lunas, podría desembocar en guerra. Toda la noche fundieron utensilios de diversos metales, sabiendo que no serían capaces de igualar la calidad de la amalgama original, su objetivo era imitar el color de los anillos, para que los invitados no se percatasen del engaño y que la ceremonia prosiguiera con normalidad.

llegada finalmente, la noche de las seis lunas, todo el país se encontraba a la expectativa: El brujo esperaba ver las almas de los reyes consumidas y su pacto sellado; la realeza, que la ceremonia trajera una era de paz, así como las anteriores lo habían hecho; los aldeanos, la señal de la hoguera que anunciaba el inicio de las festividades. En realidad, había otra razón por la cual esperaban con ansias esa noche, entre los barrios pobres, era considerado de buena fortuna, casarse durante la noche de las seis lunas. Así cierto hombre que una noche tuvo de su lado la fortuna, se hizo con un hermoso par de anillos justo unos días antes, rápidamente preparó todo, para intentar que esta fortuna perdurara. Fue a visitar a la hija del herrero, a quien llevaba un tiempo cortejando, y se le propuso esa misma noche. Por miedo a que su padre le quitara los anillos, si se enteraba de su procedencia decidieron mantenerlo todo en secreto hasta consumada la boda, con una ceremonia tan pequeña fue fácil organizarla en tan corto tiempo.

Fue rápido y sin dolor, que al se colocado los anillo, ambos colapsaran ante la incrédula mirada del cura y los pocos invitados. Mayor fue horror  de las familias reales al ver caer a cinco de los nuevos dirigentes de los seis reinos. Acusaciones de alta traición resonaron entre los invitados, las guardias reales se enfrentaron mientras los antiguos reyes y reinas, ahora cónsules de países sin nadie a quien guiar, regresaban a sus castillos deseosos de venganza.

La última trágica escena de la noche se presento en la morada del brujo, donde el demonio encolerizado, pues habían querido embaucarlo ofreciéndole dos almas de campesinos, solo diez de las almas eran de ascendencia real, el trato no fue cumplido y por alguien sería castigado por ello. Ató la existencia del viejo hombre a su morada, para que fuera incapaz de huir y transformó los espíritus de los infortunados polizones en feroces sabuesos, para atormentarlo, hecho eso, sin decir palabra alguna, el demonio se desvaneció.

Se desató una sangrienta lucha entre los reinos, que se extendió por años. muchos murieron, otros tantos emigraron a otros países para huir del conflicto. Al final del país de la seis coronas solo quedaron las ruinas. Aunque dicen, que perdido en el bosque, se encuentra una choza que ningún soldado fue capaz de derribar, pues de ella provenían gritos tan horribles que todos optaban por pasar de ella.

lunes, 13 de febrero de 2017

Libro Perdido (Infantil/Inacabado)

El libro perdido
Una mañana de febrero, conejo recibió una llamada telefónica, era su amigo mono que le dijo:
-¡Hola, Conejo! ¿cómo has estado?
-bastante ocupado- respondió el conejo- ya sabes con la lechuga y las zanahorias
-Lamento llamarte pedirte cosas- prosiguió Mono- pero ¿recuerdas el libro que te presté el mes pasado?
-Claro que lo recuerdo el príncipe Bore.
-bueno verás, en unos días el autor vendrá a la cuidad, quiero llevar el libro para que lo firme ¿podrías regrésarmelo mañana?
-emmm...sí claro mañana temprano te lo llevo. - la conversación se desarrollo, hablando de planes y memorias hasta que finalmente tuvieron que colgar.
Conejo recordaba el libro; Trataba del Príncipe de Boredom, jóven heredero al trono que soñaba con dejar la aburrida realeza y unirse a una caravana gitana, donde podría pasar los días entreteniendo a las personas.
El problema era que, Conejo tuvo una semana ajetreada con las lechugas, no podía recordar donde había dejado el libro.
Buscó arriba, abajo, arriba y abajo; buscó dentro y fuera; incluso buscó donde ya había buscado, lugar donde siempre buscan los que no saben donde más buscar.
Conejo no sabia que hacer, necesitaba ayuda pero, ¿quién? ¿quien podía ayudarle?
-¿quién es la persona más sabia que conozco?- pensó Conejo- ¡Ya, sé!.
Con un ágil movimiento de patitas, tomó su suéter y de brincos se dirigió al viejo sauce.
El sauce era un árbol apenas con vida, también el hogar de Búho. Búho conoce muchas cosas, pero duerme desde el alba, hasta el crepúsculo, por lo que conejo realmente lo ha tratado poco, pese a tener años de conocerlo
-búho, búho, búho- canturreo conejo, mientras saltaba sobre el colchón de plumas, al que intentaba hacer reaccionar-
-Bu-ù-ho,  Bu-ú-ho, Bu-ú-ho- mientras picaba las enormes costillas con la punta de sus orejas.
-¿crwwwe? - gruñó finalmente Búho, en el idioma que se habla entre el mundo de los dormidos; y el, de los vivos.
-He perdido el libro de Mono y necesito tu ayuda para poder encontrarlo.
-Womwale woooohtro- fueron sus últimas palabras antes de regresar a sus sueños
Conejo pasó, la mayoría de, su vida escolar medio dormido. por lo que era capaz de hablar son soltura el lenguaje de la somnolencia. (/pendiente)

domingo, 30 de octubre de 2016

Cambio de horario

Era otra mañana de octubre, de un año más a un parpadeo de acabar. Desde la primera hora se sentía tan irreal, de esos momentos cuando cuesta trabajo discernir si ya has despertado o estas en esa parte del sueño que simboliza la cotidianidad de las cosas; en los que crees fervientemente que de cerrar los ojos por un instante, al abrirlos, estarás de regreso en tu cama, en Bagdad, en medio de la nada, o en cualquier lugar que represente algo que todavía no logras descifrar.
Salí de la casa pasadas las dos de la tarde, siguiendo una súbita alucinación de olor, a pasto recién cortado, termine llegando en medio de la plaza. Buscando sin saber algo que me anclara a la realidad, temiendo levemente que de no encontrarlo, terminaría flotando entre mis propias ideas, más allá de la atmósfera. Un ancla que me mantuviera mis pies en el piso.
No corrí, ni grité, no murmuré siquiera nombre alguno. Ahí de pie, sentado y caminando; no recuerdo en que orden, pero hice todo eso y un poco más. Mi reloj marcaba las seis de la tarde, pero las agujas en la torre más alta de la iglesia apenas marcaban pocos minutos pasadas las cinco. El tiempo con frecuencia, resulta irrelevante  cuando ya es tarde. Era momento de dormir, o de despertar según fuera el caso, volví a caminar. Puede que el destino, al igual que yo, olvidara ajustar su reloj.
Pero mañana volverán a darnos las cinco, y tal vez para ese día ya nos encontremos en el mismo horario, y como las manecillas, a su tiempo logremos alcanzarnos.
FIN
 

lunes, 18 de abril de 2016

Oneiro

Si es verdad que la vida es sueño,
sepa que ha sido de mis mayores placeres haber soñado con usted.
Y tendrá todo el derecho del mundo a dudar de cada palabra,
de cada vago rastro de espíritu que ose salir de mis labios,
o en este caso, de mis dedos; pero bien sabe que estas letras son verdad.
pues así es usted como un sueño, que no se fuerza, ni se evoca.
que es, solo cuando debe ser, y se escapa con el alba para no volver.
Sepa, además; que de vez en vez, al caer mis parpados pediré que la luna
nos permita volver a soñarnos. No hoy, ni mañana, alguna vez.
De esas noches, que el corazón recuerda, aquello que la memoria olvido.
Pero ya es tarde, me ha llegado la hora de despertar.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Humanamente Posible

Nunca he entendido porque las personas dicen que Dios es amor, cuando por su propia naturaleza, el amor asemeja más al diablo que a cualquier otra criatura.
Mi historia comienza en un Motel, no por el sexo, sino por la libertad; Cerradas las puertas de la habitación, la moral ya no tiene jurisdicción. Poco a poco fuimos quitando las cadenas que nos ataban a la sociedad, cadenas de tela y botón; cayeron al piso una tras otra. Algunos pervertidos dirán que la desnudaba, pero a mis ojos ella se revestía de sí misma, ¿Quién puede etiquetarte ahora?
Recorro su cadera, quiero que mis dedos memoricen cada curva su cuerpo, solo en caso de que no sea capaz de hacerlo al calor del momento. Alcanzo a sentir su interior estremecer, resonando por su garganta hasta que por su boca sale el vibrato del orgasmo. Ella sentía la gloria, sin que hubiera rastro santidad en esa habitación; yo sentía, las flamas del infierno alimentando mi caldera.
La obscuridad nos cubre, no puedo distinguir su rostro. Justo ahora me doy cuenta que no recuerdo ni siquiera su nombre, me pregunto si ¿ella recordara el mío? Pero no es el momento para preguntar, incluso si lo fuera, mas importante es encontrar el método para indagarlo.
-Di mi nombre- susurro a su oído antes de comenzar a morderlo
-¿Qué?- responde ella confundida, tratando de recordar en donde esta
-Qué digas mi nombre- me muevo con más vigor, saturarla de mi evitando que tenga energía para pensar excusas…
-Pierre, ¡Pierre!- gime ella, en efecto, no tiene ni idea de cómo me llamo.
¿Por qué carajos dijo Pierre?, hubiera dicho José, Juan o cualquier nombre regional;  tendría un mayor rango de probabilidad. ¿Sabrá, por lo menos, en donde esta? O tan enajenada esta en ella misma que no se da cuenta que fantasea. Otro podría indignarse e irse; pero la verdad, ella es una maravilla en lo que hace además esto nunca fue sobre amor; vale más disfrutar el momento, que jugar la carta del dolido; y canalizar toda la energía de tu indignación a la entrepierna, que es, donde se va a necesitar.
Pero bueno, una mujer de vagina internacionalizada, es un concepto interesante; acaso ¿ella habrá pensado lo mismo? ¿Hay alguna mujer que, en algún punto de su vida se diga?
“Quiero cogerme a un tipo llamado Pierre, es lo más cerca que mi vagina estará de Francia.” Yo siempre he querido ir a Canadá, creo que puedo intentar esa técnica.
Lo primero que distingo al despertar son los números rojos del viejo despertador que adorna la recamara; 7:58. El coito es una maravilla, a menos que te quedes dormido; dormir cambia toda la mecánica de la situación. Podrían solo complacerse mutuamente vestirse y tomar cada uno su camino, ya sea juntos o por separado. Pero al quedarte dormido te arriesgas a enfrentar el mayor dilema existencial del hombre postmoderno; Esperar a que ella despierte, o escapar antes de que lo haga.
Al caer la noche es cuando la soledad nos alcanza, la mejor manera para evitarlo es dormir con alguien, soportarlo de noche es más difícil; pero solo retrasamos lo inevitable, no importa con cuantos te acuestes, la soledad siempre vuelve con los primeros rayos de la mañana, esa es mi señal para salir. Quedarte abre la puerta a que pueda significar algo y cuando significa algo, te enfrentas a dos caóticas posibilidades: Ser rechazado significa que no ameritas el intento de luchar por ti, sin embargo; ser aceptado resulta aún más aterrador, asumir el riesgo de arrastrar a alguien más a tu obscura fosa de autodestrucción. Prefiero cien veces perder a la chica, que vivir sabiendo que la destruí con mis propias manos.
Por si a esta altura no lo han notado, esta no es una historia sobre sexo, mucho menos sobre amor; se trata de la soledad y, en el mundo de la soledad las deudas se pagan con sexo sin significante y alcohol.
-Dame, un vaso de la bebida más insalubre que sea legal venderle a un consumidor, con hielo- la mirada de desconfianza del camarero, puede que crea que estoy demente o drogado, pero sabe bien que si ese fuera el caso los de seguridad no me hubieran dejado entrar, regresa veinte minutos después con un litro de whisky en un vaso de unicel.
-Estúpidos bares y sus políticas de salubridad-
Pese a que el alcohol no puede darte el placer físico del sexo, puede facilitarte tenerlo; bajo el riesgo de que sacar a flote cada pensamiento reprimido en tu interior, cada arrepentimiento y cada persona dejada atrás, volverán a ti sin que puedas evitarlo. Te confrontas, te envenenas en ti mismo, listo para fermenarte en tu propia miseria.

domingo, 17 de mayo de 2015

Veneno

Algunas veces nace en mi el deseo de beber veneno, no como un impulso de muerte; sino, de redención. Como los nutrientes que se convierten en sangre, la sangre se convierte en vida y la vida; en muerte.

Un simbolismo de la toxicidad, percibida, que recorre mi cuerpo. Enciendo entonces un cigarillo, tan pronto el veneno real entra en mi, es cuando me percato de la distanca que hay entre ambos. No hay redención en la muerte; ni veneno, en mi sangre.

La redención se alcanza con la vida, la muerte, es solo muerte.