sábado, 3 de marzo de 2012

¿Vale la pena decir "Hola"?

De entre todos tu eres la única persona a quien, cuando saludo, pienso que le estoy mintiendo.
pienso, que hay algo más detras de esa sonrisa tuya; pero ya lo has puesto en claro, no lo hay.
"Hola" es a lo que se ven reducidas nuestras conversaciones, pues, no hay nada de que hablar.
Saludar, ¿qué es saludar?; ¿es acaso un beso en la mejilla?, ¿es un abrazo?, ¿un choque de puños?, ¿un apreton de manos?, ¿es, tal vez, el encuentro furtivo de dos miradas en medio de la multitud desconocida?, o ¿es solamente una palabra?.
Toda historia comienza con una letra y termina con un punto, de igual manera, lo que comienza con un "hola", términa en un "adios". Y, en este caso, un insipido adios, carente de tono y rubor.
Es como ha dicho Benjamin, quiero encontrar mi lugar en el diario de Jane; pero, mi nombre no sera escrito unicamente por saludar. Mientras tanto en mis horas más oscuras, cuando me resigno a ser
un amigo de tercer orden (con quien hables cuando no haya nada mejor que hacer); recuerdo lo que mi hermano escribió, en una de tantas cartas; un amigo al que no puedes contarle tus problemas, no es realmente tu amigo.
Podría ser yo quien comenzara, pero no es mi naturaleza desnudar mi alma ante alguien que, probablemente, no correspondera (Mentí, por si no te diste cuenta, no es que sea mi naturaleza, es que tengo miedo de hacerlo. Y si llega a darse el caso,  de que tu también tengas miedo, entonces, somos un par de cobardes y este asunto no vale el esfuerzo de ninguno de los dos.)

¿Qué soy entonces?, sólo otro verso perdido en este cementerio de poetas al que llamamos hogar.
un puñado de letras sin sentido, ni gracia; que lograron escapar del tintero, para no llegar a ninguna parte.

Sello esta carta sin despedirme, pues, sí he mentido en cada "hola", mentiré en el "adios" también.

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