lunes, 13 de febrero de 2017

Libro Perdido (Infantil/Inacabado)

El libro perdido
Una mañana de febrero, conejo recibió una llamada telefónica, era su amigo mono que le dijo:
-¡Hola, Conejo! ¿cómo has estado?
-bastante ocupado- respondió el conejo- ya sabes con la lechuga y las zanahorias
-Lamento llamarte pedirte cosas- prosiguió Mono- pero ¿recuerdas el libro que te presté el mes pasado?
-Claro que lo recuerdo el príncipe Bore.
-bueno verás, en unos días el autor vendrá a la cuidad, quiero llevar el libro para que lo firme ¿podrías regrésarmelo mañana?
-emmm...sí claro mañana temprano te lo llevo. - la conversación se desarrollo, hablando de planes y memorias hasta que finalmente tuvieron que colgar.
Conejo recordaba el libro; Trataba del Príncipe de Boredom, jóven heredero al trono que soñaba con dejar la aburrida realeza y unirse a una caravana gitana, donde podría pasar los días entreteniendo a las personas.
El problema era que, Conejo tuvo una semana ajetreada con las lechugas, no podía recordar donde había dejado el libro.
Buscó arriba, abajo, arriba y abajo; buscó dentro y fuera; incluso buscó donde ya había buscado, lugar donde siempre buscan los que no saben donde más buscar.
Conejo no sabia que hacer, necesitaba ayuda pero, ¿quién? ¿quien podía ayudarle?
-¿quién es la persona más sabia que conozco?- pensó Conejo- ¡Ya, sé!.
Con un ágil movimiento de patitas, tomó su suéter y de brincos se dirigió al viejo sauce.
El sauce era un árbol apenas con vida, también el hogar de Búho. Búho conoce muchas cosas, pero duerme desde el alba, hasta el crepúsculo, por lo que conejo realmente lo ha tratado poco, pese a tener años de conocerlo
-búho, búho, búho- canturreo conejo, mientras saltaba sobre el colchón de plumas, al que intentaba hacer reaccionar-
-Bu-ù-ho,  Bu-ú-ho, Bu-ú-ho- mientras picaba las enormes costillas con la punta de sus orejas.
-¿crwwwe? - gruñó finalmente Búho, en el idioma que se habla entre el mundo de los dormidos; y el, de los vivos.
-He perdido el libro de Mono y necesito tu ayuda para poder encontrarlo.
-Womwale woooohtro- fueron sus últimas palabras antes de regresar a sus sueños
Conejo pasó, la mayoría de, su vida escolar medio dormido. por lo que era capaz de hablar son soltura el lenguaje de la somnolencia. (/pendiente)

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